La artroscopia es un procedimiento poco invasivo gracias al cual se puede tratar la mayor parte de la patología traumática y degenerativa de todas las articulaciones.
Dr. Ayala Mejías
Ortopedia y Traumatología
Avances en patología de tobillo
1. Inestabilidad de tobillo
Cuando un tobillo ha sufrido varios episodios de esguinces de ligamento lateral externo, se produce lo que denominamos una “inestabilidad crónica de tobillo”. El paciente desarrolla dolor y sensación de fallo, como si “se le fuera” el tobillo. En la mayor parte de estos casos debe hacerse una ligamentoplastia que sustituya al ligamento dañado. A su vez, en el interior de la articulación puede haber lesiones del cartílago o la sinovial que requieran una artroscopia de tobillo.
2. Artrosis de tobillo (por fracturas o sin causa conocida)
Al igual que en la rodilla y otras articulaciones, el tobillo puede sufrir cambios degenerativos que produzcan dolor, hinchazón e incapacidad funcional. En los casos más severos, aunque con ligamentos indemnes, puede recurrirse a las prótesis de tobillo para no perder movilidad.
Cuando el daño es mayor y no cabe otra alternativa, se puede hacer fijaciones del tobillo por artroscopia, lo que disminuye mucho el riesgo de cirugía abierta y proporciona una recuperación más rápida.
3. Enfermedades reumáticas
Estas enfermedades deben ser controladas médicamente lo mejor posible, pero cuando no se consigue, se puede recurrir a la prótesis de tobillo o a las fijaciones de tobillo por artroscopia.
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Fecha de la última actualización: 10-06-2023